Estos espectaculares jardines diseñados al estilo renacentista italiano fueron realizados por Nicolau Rubió i Tudurí por encargo del Marques de Roviralta y construidos sobre un acantilado con magnificas vistas a las playas Cala Boadella y santa Cristina.
Todo el reciento tiene un aire romántico, sus escalinatas cubiertas de hiedra, las estatuas de sus sirenas desnudas y pequeñas fuentes acompañadas con el sonido de fondo del agua del mar de la Costa Brava. Un jardín con la mas pura esencia mediterránea que seguro os hechizara tanto como a mi.
No acierto a imaginar que se debe de sentir al vivir en un lugar con semejantes jardines y vistas, siempre me parecen escenarios de película poco reales, pero poder vivirlos por una tarde tiene mucho encanto. Una de las ventajas de estos jardines es que no están masificados de turistas, nosotros fuimos en agosto y apenas había mas de 10 personas realizando la visita, imagino que fuera de la temporada de verano debe de ser un lujo mayor poder estar casi a solas en un lugar así.
Hay una zona de mirador con unas tumbonas de madera resguardadas del resto del jardín por una pared de arbustos, donde puedes sentarte a contemplar las vistas y comer un tentempié. Los niños pueden campar a sus anchas pues el recorrido es amplio, llano y sin mayores peligros y para los mas mayores que normalmente suele aburrirse en este tipo de visitas podéis organizar una especie de caza del tesoro preparando la visita previamente y animándolos a descubrir alguna estatua en particular.
Nosotros complementamos el día bajando a la cala de Boadella a media tarde para que la peque jugara con la arena y rematamos el día disfrutando de un café fresquito en el chiringuito con una de las mejores vistas de la costa Brava.
Os apetece un paseo romántico por un jardín muy mediterráneo? y comer a orillas del mar?
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