Ya se lo que estaréis pensando muchas Ohhh SACRILEGIO no le gusta el verano!!
Haber no es que no me guste, pero no es mi estación favorita la verdad, teniendo en cuenta que me gustan mas los días grises, la montaña y la ropa de invierno, pues queda patente que no soy chica de verano, que le vamos hacer! sera porque nací en octubre y voy acorde con las conjunciones que se dieron para mi nacimiento yo que se!
Y porque os estoy soltando todo este rollo? pues porque aunque que no me guste en demasía el verano si que es cierto que hay cosas que solo puedes hacer en verano y una de esas cosas es cenar al aire libre.
Cuando vivía con mis padres y disponía de patio, solía explotarlo al máximo para todas mis fiestas juveniles. Creerme que no hay cosa que yo haya echado mas de menos al independizarme que mi patio, donde poder organizar mis llamadas cenas de terraza, con sus antorchas, sus velas, sus flores y manteles blancos..
Hace unos meses alquilamos una casa rural para organizar la cena misterio y me enamore perdidamente de aquella casa que paso a ser bautizada como la casa de mis sueños! y el objeto de mis suspiros. A que es preciosa?
Y para despedir el verano, invite a unos amigos a cenar y monte mi ultima cena de terraza del verano. El menú de la cena despedida consistía en estas sencillas ensaladas en unas cestas de pan que dan un toque muy original, unos medallones de albóndigas estofadas, y lionesas de postre para endulzar el final del verano.
Este fue el resultado de las presentación. La verdad es que estuvimos las mar de relajados, nadie tenia la sensación de estar en un pequeño balcón de ciudad y yo volví a disfrutar de mis cenas de terraza aun sin tener un gran jardín, si es que a veces solo hay que enfocar bien las cosas no?
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