Aunque es bonito en cualquier época del año, os aconsejo visitarlos en primavera cuando está cuajados de rosas de colores y los patos del estanque caminan despreocupados por los caminos rojizos, y que sin duda perseguirán los niños.
Es un lugar con muchisimo encanto, no solo por su vegetación y sus plantas catalogadas con cartelitos que podréis explicar a los peques, sino porque es un lugar muy tranquilo y poco concurrido donde ir a pasear, merendar o dar un paseo en bici.
En estos jardines no falta de nada, desde columpios, toboganes y estructuras de madera, hasta arena gruesa donde poder jugar con el cubo y pala.
Dispone de amplias zonas con bancos donde poder sentarse a descansar y zonas con bancos donde poder hacer un picnic o merendar. Es muy amplio y esta en su totalidad vallado lo que lo hace seguro ademas de espectacular.
Nosotros lo visitamos con frecuencia ya sea por la mañana después de un buen desayuno de fin de semana o improvisamos una merienda y pasamos la tarde, entre juegos, paseos y tranquilidad.
Ahora que ya se acerca la primavera sera un placer volver a disfrutar de nuestras tardes de muñecos y meriendas entre las flores de estos jardines escondidos en la ciudad.
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